En busca de las causas de la Radiestesia: 2.- Geomagnetismo, fallas tectónicas y estados alterados de consciencia

La segunda presentación, realizada por Juan Crocco en diciembre de 2022, continúa sobre la capacidad humana de detectar fluctuaciones en el campo geomagnetismo que se traduce en que ciertas localidades sean sacralizadas. 

Se da cuenta del trabajo en terreno en Jahuel, ubicada en la precordillera al norte del Rio Aconcagua, donde se comprobó con magnetómetros la diferencias en el campo electromagnético entre sectores con petroglifos de sectores aledaños sin petroglifos.  Se presenta además una visión global de Chile, donde se aprecia una concentración de manifestaciones de culturas ancestrales en torno a anomalías geomagnéticas significativas en el territorio. 

Estudio de terreno en Jahuel, V Región

Continuando con el análisis de los fenómenos geomagnéticos y fallas tectónicas observados en Chile, se presenta el trabajo de terreno realizado en Jahuel que forma parte de la zona precordillerana al norte del rio Aconcagua que se describió en la primera charla

En el Sector Jahuel, ubicado en la vertiente oriental de una anomalía geomagnética y sobre el sistema de fallas Pocuro, se encuentran sitios con petroglifos del Estilo II. 

Para el trabajo de campo se emplearon dos magnetómetros: un magnetómetro (e1) se dejó en el plano antes de la ascensión al lugar de los petroglifos, sirviendo como línea base, mientras que el segundo magnetómetro (e2) se utilizó para medir el geomagnetismo en torno a los petroglifos. 

Cabe destacar que no se registraron sismos en la zona y que la actividad solar se encontraba en un mínimo, con un campo geomagnético solar quieto y sin tormentas solares.


Se observa una clara diferencia en los niveles de geomagnetismo entre la línea base y las áreas en torno a los petroglifos, lo que sugiere una influencia del campo magnético en la elección de estos sitios para realizar los petroglifos por las culturas ancestrales que habitaban este territorio.

La diferencia geomagnética es aún mayor en el Sector 2, que es una explanada que presenta indicios de antiguas corrientes de agua y fragmentos de cerámica dispersos en superficie, lo que indica una posible conexión entre la actividad geomagnética y la presencia de estos vestigios culturales.

e1 (naranja) corresponde a la linea base.  e2 (azul) corresponde a las mediciones en torno a los petroglifos

Anomalías Geomagnéticas y misticismo

Ampliando el análisis a todo el territorio nacional, se aprecia que en Chile destacan dos áreas geomagnéticas prominentes:
  • La zona centro-centro norte
  • La zona al sur de Chiloé


Como se ha indicado, el misticismo se asocia a menudo con estas áreas de anomalías geomagnéticas, como se evidencia en las piedras tacitas y la toponimia que parecen estar relacionados a la experiencia mística. 

Al considerar el conjunto de topónimos y las piedras tacitas, se destaca una mayor frecuencia y concentración de estos elementos en torno a las significativas anomalías geomagnéticas presentes en la zona central de Chile. 

Esto sugiere una posible relación entre la actividad tectónica, los campos magnéticos y la presencia de estos vestigios culturales ancestrales, lo que es concordante con la hipótesis de Florinsky.

Topónimos y piedras tacitas en el país (izquierda) y en la zona central (derecha)

Piedras tacitas

Desde aproximadamente 3.000 años antes de Cristo, los pueblos cazadores-recolectores de la región comenzaron a incorporar en sus actividades cotidianas la realización de perforaciones en bloques rocosos conocidos como Piedras Tacitas. Esta forma de arte rupestre se volvió muy común en la zona central de Chile. Se cree que estas Piedras Tacitas probablemente estuvieron relacionadas con rituales de caza del guanaco, una actividad fundamental para la subsistencia de estas comunidades.  


Estas piedras parecen concentrarse en las cercanías a fallas tectónicas y entre la anomalías geomagnéticas del Aconcagua y de Melipilla, lo que sugiere una posible relación entre la actividad tectónica, los campos magnéticos y la presencia de este tipo de manifestación ritual.

Catastro de Piedras Tacitas superpuesto al mapa de anomalías geomagneticas y de fallas tectónicas de la Zona Central

Se requiere un catastro más exhaustivo para comprender mejor la distribución y posible significado de estas Piedras Tacitas en relación con las anomalías geomagnéticas y fallas tectónicas de la región.

Topónimos

La toponimia de Chile exhibe una abundante presencia de nombres geográficos que podrían ser indicios de la persistencia de creencias y prácticas religiosas ancestrales, incluso después de la llegada de la evangelización católica.

Estos topónimos parecen concentrarse en las proximidades de fallas tectónicas y en el entorno de las anomalías geomagnéticas del Aconcagua y Melipilla.

Relación entre topónimos, anomalías geomagnéticas y fallas tectonicas

Extirpación de Idolatrías

La labor evangelizadora de los siglos XVI y XVII tuvo como objetivo primordial convertir a los indígenas a la fe católica. Para lograr este objetivo, se buscó erradicar por completo sus prácticas religiosas ancestrales, destruyendo cualquier vestigio o símbolo de sus cultos originales.

Una forma ingeniosa de camuflar y preservar estos cultos tradicionales fue a través de la adopción de figuras religiosas católicas, como las imágenes de Jesús, la Virgen María o Santo Tomás. Esta estrategia permitió que los indígenas continuaran con sus prácticas espirituales, pues los doctrineros españoles no lograron percatarse de ello hasta bien entrado el siglo XVII.

Evidencia de esta aculturación se observa en la proliferación de cerros y montañas que llevan los nombres de "Cruz" o "Virgen" en torno a la ciudad de Santiago, revelando la persistencia de creencias que derivan de cultos indígenas en la región.

Cuevas rituales

Existe una antigua tradición mapuche sobre la existencia de cuevas rituales iniciaticas denominadas Renü Pülli. El acceso a estos espacios estaba restringido a personas que cumplían ciertos requisitos.  Tras la Conquista, se atribuyó a estos rituales el carácter de brujería. Como resultado, los lugares donde se llevaban a cabo estos ritos recibieron nombres alusivos al diablo, el infierno, el chivato o los brujos. 

Una búsqueda en una base de datos de topónimos para Chile y Argentina revela que estos tipos de denominaciones son más frecuentes en torno a la ciudad de Santiago y las anomalías del Aconcagua y Melipilla.

Es factible que estos sitios rituales hayan estado vinculados a anomalías geomagnéticas o fenómenos tectónicos, como la presencia de cuevas o grietas, que pudieron facilitar estados alterados de consciencia durante las prácticas chamánicas de las comunidades originarias.



Conclusiones

Los antecedentes adicionales que arroja la investigación en terreno y el análisis de manifestaciones culturales precolombinas relacionados a su ritualidad, permite concluir que las anomalías geomagnéticas y fallas tectónicas son captadas en forma inconsciente, facilitando la experiencia mística que lleva a sacralizar un lugar.














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